A Hell

Un abrupto mirar al espejo,
a la libreta incondicional que se resigna 

hacer muerte las palabras.
Miedo a la escritura
excusas grandilocuentes de liberación indispuesta.
He optado, por curiosidad del ajeno,
escribir mi vida en supuesta poesía,
lastimosa
ardiente a la seducción del extranjero que entre sus manos 

mi piel expresa.
Sólo así el suicidio no podrá retractarse,
de las cosas de mundo,
de las Cosas cualquiera.
Cotidianidad y encargo, por lo nuestro,
abstracción del dilema.
Que ha de ser entonces de las parejas desidiosas 

y el sexo (o)culto,
de los momentos trágicos que han invadido el rostro
y la cercanía absurda de sabernos muerte.
Deseo y posesión
el acto generoso tocando desnudo la puerta.
Ato mis manos al pecho decidiendo hacer historia 

de violación y sacrilegios,
oponiendo teorías
tergiversando recetas.
Derramemos sangre por no perder la costumbre adicta,
puede ser que la vida nos entregue un nuevo poema y te ame más
por la libertad
y no el tiempo de vida en moral y replica.
Que si hablar de dios es hablar del hombre
y hablar del hombre es una mirada,
observa mis ojos de angustia
tus manos rasgadas
retracta la lluvia de noche
y dale existencia a mi alma.